Lorenzo ya es campeón del mundo de MotoGP. El piloto mallorquín ha logrado, a los 23 años, su tercera corona mundial y la primera en la categoría reina, once años después de que lo hiciera Alex Crivillé.
Su tercer puesto en el GP de Malasia, en donde terminó tras Valentino Rossi, vencedor del gran premio, y Andrea Dovizioso, ha sido suficiente para conseguir los puntos necesarios que le ponen en bandeja el título a falta aún de tres carreras para terminar el campeonato.
Lorenzo, que partía desde la pole, mantuvo la primera posición hasta la octava vuelta. En ese tiempo Dovizioso siempre se mantuvo a la estela del nuevo campeón e intentó superarlo en varios puntos del circuito, pero el español supo defender inicialmente su posición de líder, con la clara intención de proclamarse campeón del mundo pero ganando el gran premio para no dejar ningún lugar a la duda.
Al final se entregó inteligentemente en la octava vuelta, y poco después también cedía ante Rossi, que remontaba tras una mala salida hasta alcanzar al dúo de cabeza. Lorenzo se limitó a conservar la tercera plaza para lograr su objetivo once años después de que por primera vez lo lograse otro español, Álex Crivillé.
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